El campamento de Gdeim Izik, instalado a las afueras de El Aaiún, congregó entre octubre y noviembre de 2010 a decenas de miles de saharauis que exigían respeto por sus derechos sociales y nacionales. Una expresión de dignidad duramente reprimida por el Reino de Marruecos, que encarceló a 24 de ellos desde entonces y acaba de condenar a 20 activistas a penas de entre 20 años y cadena perpetua. Ha sido el juicio al "detonante de la primavera árabe".
La causa de los 24 se ha convertido en un caso paradigmático de la lucha diaria del pueblo saharaui por su derecho a la autodeterminación.
Reclamamos la libertad inmediata y sin condiciones de los presos y denunciamos las repetidas violaciones de los derechos humanos en cárceles locales y los territorios ocupados del Sahara Occidental, que continúan produciéndose a diario, sin que la comunidad internacional haga nada por ponerles fin.