El motor de la demanda insaciable de extracción de recursos no es otro que la necesidad de sostener infinitamente la avidez de los mercados de materias primas para la obtención de beneficios en base a promover un consumo supuestamente ilimitado.
Los mercados ya han demostrado plenamente estar fuera de todo control político y parecen hacer suya la famosa frase de Luis XV: "Después de mí el diluvio".
La publicación que te presentamos viene a ser una parte del empeño en el que Entrepueblos participa, junto a otras organizaciones de cooperación y solidaridad internacional, y junto a organizaciones campesinas, ecologistas, feministas, que en nuestra sociedad plantean la necesidad de la responsabilidad social y ambiental, de la equidad y del fin del imperio del ánimo de lucro como medida de todas las cosas.