Los medios de comunicación tienden a tener un papel determinante en la percepción de "lo real" y la configuración de la ética y estética colectiva y personal. En un mundo así, quizás lo más inquietante sea constatar cómo las técnicas y la lógica publicitaria han ido vampirizando todos los campos de la comunicación. Si esto es así, el complejo comercial-publicitario es lo que se erige como el auténtico Matrix de nuestro tiempo.