ASOCIACIÓN PYPAS

Personas y animales son sujeto y objeto de deberes y también de derechos. Los derechos de cada uno deben implicar el respeto por los de los demás para poder vivir en armonía. Los perros y perras tienen derecho a una existencia digna y un lugar en la sociedad, para ello las personas asociadas a PYPAS nos comprometemos a cumplir el siguiente código ético y a fomentarlo en el resto de la sociedad asturiana.

1) Los propietarios y propietarias de perros/as adquirimos los siguientes compromisos con nuestros animales de compañía para garantizarles una buena salud física y psíquica, lo que supone:
a. Proporcionarles una buena alimentación, adecuada a su edad, salud y actividad física.
b. Mantener a nuestros perros/as con una higiene óptima, incluido el espacio dónde vivan.
c. Proporcionarles un espacio para el reposo adecuado y tiempo necesario para ello.
d. Llevar la profilaxis al día (vacunas y desparasitaciones).
e. Acudir a los servicios veterinarios cuando lo precisen.
f. Pasar el máximo tiempo posible con sus propietarios/as, otras personas y otros perros: el perro es un ser social y necesita compañía.
g. Vivir con sus propietarios/as en condiciones de vida y de libertad propias de su especie y raza.
h. Ser respetado y educado con paciencia. El complacer a sus propietarios/as está en su naturaleza y tiene capacidad de aprender hasta el último día de su vida.
i. Moverse con libertad y hacer ejercicio.
j. Planificar responsablemente su reproducción o bien la esterilización.
k. Limitar su agresividad. Eso supone corregir a nuestros perros/as siempre que se muestren agresivos con otros perros/as o animales, evitar peleas entre ellos y corregirles en caso de que se produzcan.
 
2) Los propietarios y propietarias de perros adquirimos los siguientes compromisos con las demás personas y la sociedad en la que convivimos:
a. Recoger siempre los excrementos de nuestra mascota, dejar la superficie lo más limpia posible y arrojar los excrementos en una bolsa bien cerrada a una papelera o contenedor de basura.
b. Evitar que orinen en lugares de juego de niños y niñas y portales. Procurar que no lo hagan en aceras y superficies impermeables.
c. Corregir a nuestro perro/a si gruñe o se muestra agresivo con otra persona, siempre y cuando ésta no suponga una amenaza real.
d. Evitar que origine desperfectos en el mobiliario urbano y los jardines.
e. Procurar no entorpecer el paso en las aceras a las personas que circulan por ellas y los ladridos por la noche.
f. Tener a nuestro perro/a asegurado para los posibles daños que pueda ocasionar.
g. El miedo es libre e irracional. Si percibimos que una persona tiene miedo a nuestro perro/a o nos indica con educación que lo sujetemos, así lo haremos sin entrar en polémicas de si tiene derecho o no a estar suelto, a no ser en las zonas creadas y señaladas ex proceso para que se tengan perros/as sueltos.
h. Ser lo más conciliadores y mediadores posible en los conflictos que, inevitablemente, cualquier tipo de convivencia origina.