milenta nueva

El burka no es para nada el problema de las mujeres en Afganistán, a pesar de que de ello es de lo que se suele hablaren Occidente.

Kabul, la capital silenciosa bajo la opresión talibán, convertida hoy en una Kabul alterada que sobrevive siempre en vilo y con el corazón en un puño, ensordecida por el estallido de las bombas indiscriminadas de los atentados sangrientos de quienes se resisten a ser ninguneados en el reparto de los despojos.

Y sin embargo y a pesar de todo, aferrada a la esperanza con uñas y dientes, la vida continua en Afganistán, mientras gira la noria de la historia convertida en chatarra vacía, inútil, ofensiva, alzándose como un recuerdo de tiempos mejores. La vida continua porque lo que hoy sucede algún día será historia. Y también Historia. Un eslabón añadido al relato del pasado.

Y sin embargo y a pesar de todo, al cabo de los siglos se contará que una vez más las mujeres afganas fueron las grandes defensoras de la tierra. (extracto del texto interior...)