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Recorre las viviencias de una pareja con su hija lactante a través de los dominios más australes de la transnacional Repsol-YPF. Porque Argentina y Bolivia son todavía territorios colonizados por las compañías petroleras que ejercen un poder que supera a los estados. Repsolandia, sería entonces un país que no sale en los mapas, pero que es gobernado por los oscuros poderes que emana de la industria petrolera.

Sin embargo, en cada rincón del recorrido, surgen resistencias que hacen tambalear el statu quo de las corporaciones. Huelgas, juicios, bloqueos y movilizaciones populares son procesos cada vez más frecuentes que ponen a Repsol en aprietos. La revuelta de Repsolandia está encendida, anunciando el fin de la era del petróleo.