ALGUNOS MITOS SOBRE EL BOICOT
El boicot perjudica a personas inocentes y no a los gobiernos
Los boicots ciudadanos no han conducido históricamente a la ruina de las empresas o países, sino a un cambio de sus políticas.
El boicot ciudadano contra Israel pretende presionar políticamente al Gobierno y a la sociedad israelí para que ponga fin a la opresión del pueblo palestino.
Los boicots destruyen puestos de trabajo
Históricamente tampoco ha sido así. Pero, en cualquier caso, no pueden anteponerse los puestos de trabajo a los derechos humanos.
El boicot perjudica al campo de la paz israelí
El boicot contra Israel cuenta con el apoyo de sectores progresistas y pacifistas no sionistas israelíes.
El comercio no tiene nada que ver con la política. Las empresas no son culpables de lo que haga su gobierno
El comercio sí tiene relación con la política, ¡y tanto!, y aún mas en los casos de colonialismo. Por un lado, la política regula y favorece determinados tipos de comercio, y, por otro, el comercio tiene mucha capacidad de presión y persuasión sobre la política y quienes la dirigen.
Un boicot es algo simbólico sin efectos reales
Esto es lo que nos quieren hacer creer quienes no quieren que actuemos y son cómplices con la injusticia que se hace día a día en Palestina. Recuerda los casos de Nestlé, de la Shell y la plataforma del Mar del Norte, de La Caixa en Iraq, del Apartheid sudafricano o de Gandhi en la India.