La clasificación más adecuada de las drogas es según los efectos que producen en el sistema nervioso central, aparato que se encarga, entre otras cosas, de recoger y procesar las sensaciones que percibimos a través de los sentidos, regular el funcionamiento de nuestros órganos internos (latidos del corazón, respiraciones, sueño, etc.), analizar la información recibida para tomar decisiones, y también se encarga de controlar los movimientos de nuestro cuerpo.
Hay tres tipos de drogas según esta clasificación: